Este día el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli profesor de esta especialidad.comenzó a diseñar el primer mapa de Marte que iba a dar origen a la leyenda de los canales marcianos. Cada 30 años aproximadamente las órbitas de Marte y la Tierra se acercan a una distancia de sólo 55 millones de kilómetros. Esta proximidad o conjunción se produjo en 1877, cuando Schiaparelli era director del Observatorio de Milán, y él decidió aprovechar las condiciones favorables para realizar la cartografía de Marte. Pero a pesar de la cercanía, la distancia seguía siendo enorme y aunque el astrónomo contaba con un excelente telescopio para su tiempo, la visión de la superficie de Marte era un verdadero desafío. Schiaparelli realizó importantes descubrimientos acerca del planeta, identificó más de 60 accidentes y les puso nombre. También observó unas líneas estrechas y oscuras, que formaban un complicado esquema, las dibujó en el mapa que estaba trazando y las llamó canales. El científico creyó que estas líneas eran corrientes de agua y a partir de sus conclusiones surgió la idea de que Marte estaba habitado por una raza superinteligente. Pero se conjeturó que se trataba de un mundo en proceso de muerte y que sus habitantes habían excavado los canales, prodigiosas obras de ingeniería, para llevar la escasa agua desde los casquetes polares hasta los trópicos, donde se practicaba la agricultura. Algunos años más tarde, Percival Lowell, un rico aristócrata norteamericano apasionado por la astronomía, mandó construir un observatorio en Arizona especialmente dedicado a la observación de Marte. Sobre la base de miles de fotografías, Lowell realizó dibujos donde mostraba no sólo canales sino también verdaderos oasis que probaban la existencia de vida inteligente. En 1965, las fotos enviadas por la sonda Mariner 4, acabaron con todas las fantasías de canales artificiales.